Ayer por la tarde los polluelos de golondrina de nuestro jardín estuvieron haciendo prácticas de vuelo. De repente pensé que el tiempo pasa volando. Que dentro de no mucho tendremos que ser nosotros los que dejemos que nuestros pequeños se vayan del nido. Y que este verano sin falta tenemos que enseñar a Ruy a montar en bici…