anatomía de una camiseta (I): la inspiración

 

ANATOMÍA-DE-UNA-CAMISETA-copia1Me gustaría contaros todo el proceso de estampación de nuestras camisetas pintadas y serigrafiadas a mano. Desde la inspiración hasta el envío. Y más allá… Como es algo un poco largo, mejor ir por partes, por aquello de no aturdir.

Hoy empezaré por contaros algo muy personal, lo que es la inspiración para mí, para aQ ento (y que por supuesto cada uno vive de una forma muy diferente). Y en las próximas tres entregas hablaré de la preparación a mano de diseños y pantallas de serigrafía, de la producción manual, y del toque final (packaging, envío y algo más).

Y por poner un ejemplo concreto, lo voy a acompañar del making-of de nuestra nueva camiseta: «El perrito despeinado«.

el_perrito_presumido

¡Empezamos!

La inspiración. También llamada, entre otras cosas, iluminación, musa, duende, o La Idea.

Ésa que aparece cuando le da la gana. Sí, exactamente. Ésa que te han contado que mejor que te pille trabajando. Y tú te pones a trabajar y no viene, aunque te empeñes. Y que, de repente, desconectas y aparece. Y que siempre te pilla sin un lápiz ni un cuaderno a mano. Que mira que sabes que siempre tienes que llevar  uno encima, que mira que lo sabes…

Ésa que te viene cuando estás dando un paseito por el bosque, porque ya no se te ocurre nada. O cuando uno de tus hijos hace algo gracioso. O cuando te acuerdas de los dichos de tu madre y tu abuela y de que tú siempre te decías: cuando yo sea madre no lo voy a hacer, y vas y lo haces (ni flores ni floras). O cuando estás viendo una peli. O leyéndole a los peques el cuento de por la noche. O leyendo ese libro, que después de la maternidad (y del cuento) ya sólo vas a dos páginas por noche porque te quedas dormida. O cuando estás tomándote una cervecita y riendo con los amigos… Y tú aprietas fuerte fuerte lo que se te acaba de ocurrir, a ver si te da tiempo a coger una servilleta de papel y apuntarlo antes de que se desvanezca. Porque claro, no tienes tu cuaderno ni tu lápiz a mano…

pumuki

(¿os acordáis de Pumuki, de Ellis Kaut? Pues eso…)

Ésa que necesita que vayamos por la vida con los ojos y los oídos bien abiertos, y la sensibilidad a flor de piel. Para no perdernos nada, ni el más pequeño doble sentido, ni el más pequeño detalle escondido. Ésa que, en realidad, te va mandando señales, aunque no te des cuenta. Que parece que llega sin avisar pero que en realidad, sin todo el trabajo previo, ése que ya piensas que no te lleva a ningún sitio y que por eso te vas de paseo, tampoco aparecería. Ésa que conecta en tu cerebro un montón de vivencias para que salga «La Idea«. Y que es verdad que finalmente hay que pulir, sí o sí, trabajando

Ésa es, para mí, la INSPIRACIÓN. Como os he dicho, esto es algo muy muy personal, es casi la forma en que cada uno mira la vida y no creo que haya recetas mágicas.

Y como ejemplo os cuento cómo creo nació la idea de la camiseta «El perrito despeinado«.

Éste es Pipo, una de nuestras mascotas. Pipo tiene ya once años y lo que más le gusta en el mundo es bañarse (no que le bañen…). Se baña (o eso piensa él) hasta en los charcos helados. De cachorro, incluso se metió él solito en el cubo de la fregona.

pipo

Pipo tiene muuuuuucho pelo, lo que, viviendo en el campo y teniendo una charca muy cerca a veces es un poco cansado. Porque a Pipo lo que más le gusta después de bañarse es hacer la croqueta sobre las hojas de roble. Y claro, suele llegar a casa llenito de arcilla, hojas, zarzas y con unos nudos en el pelo que ni os cuento. Pero es tan amoroso…

Cuando estaba preparando los fotolitos de todos los nuevos diseños para ir a insolar las pantallas de serigrafía a Holaporqué (os contaré en detalle en la próxima entrega), mi hija mayor me dijo que ella también quería hacer un diseño. De un perrito que se iba a una fiesta. Al ver su dibujo, y acordarme de nuestro amigo peludo, me salió instantáneamente  lo de «Y yo con estos pelos«, que tantas veces le oí a mi abuela. Y dándole vueltas a todo, finalmente salió ésto.

serigrafía manual papel

¡El próximo día os cuento un poquito más!

 

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