aQ ento (se lee A Cuento, con Q y sin U)

Ayyyyyyyyyyy, cuántas veces lo he repetido ya y cuántas lo tendré que repetir a lo largo de mi vida. Y es que sí, el nombre es malo, pero malo, malo. De narices. Vamos, que igual tiene sus cosas buenas (algún día puede que descubra cuáles) pero creo que no cumple ninguna de las premisas que te dicen que cumplas los que saben de esto. De hecho, si pensáis montar algo, no hagáis como yo. Os recomiendo que por ejemplo, os leáis este POST al que yo llegué tarde.

¿Que por qué aQ ento (se lee A cuento, con Q y sin U)? Pues primero por vergüenza. Porque podría haber puesto mi nombre y tópalante. Después por  buscar un dominio+ un perfil de FacebookInstagram que no estuviera pillado. Que no es fácil, ¿eh? pero nada nada. Y por último por burocracia.

Yo tenía pensados otros nombres para la marca  y resulta que al querer registrarlos en la oficina española de patentes y marcas me encontré con que tienes que registrar algo que sea diferente, que suene diferente y con un diseño visual diferente. Todo diferente. Las ideas que yo tenía me decían que sonaban o se escribían remotamente parecido a otras que ya estaban registradas. Por ejemplo, A Cuchos -que significa llevar a un peque a hombros en Cantabria- me decían que se parecía a Schuss (¿¿¿ein???). Así que tuve que cambiar. Y aconsejada por el funcionario que me ayudó, jugué con la Q. Y es que si no, por cada solicitud de nombre nueva, me tocaba pagar de nuevo y empezar otra vez todos los trámites.

Así que intentando asegurar por un lado, fallé por el otro. Y con ese nombre me he quedado. Que mira, después de todo ya le he cogido cariño. Sobre todo por los pajaritos. Pues eso, que es aQ ento (se lee a Cuento, con Q y sin U). Ah, y para hacerlo más-difícil-todavía voy y en la web le pongo un guión medio, si es que…

 

el hombre que amaba las islas

Este año, en el curso semestral de libro ilustrado de Billar de letras nos ofrecieron hacer cinco ilustraciones a dos tintas de El hombre que amaba las islas, de D.H. Lawrence. La editorial Traspiés iba a seleccionar una de las propuestas para editarla y finalmente la ganadora ha sido Begoña Fumero (que hace unas cosas preciosas, por cierto).

Pero me apetecía enseñaros mi propuesta también. Me ha costado, tanto por la narrativa que tiene este cuento, como por cómo va desgranado los personajes (y cómo desde la ilustración los tienes que ir construyendo) y por el carácter del protagonista. Pero a la vez he disfrutado recreándome en una estética británica de principios del siglo XX con las múltiples lecturas (incluyendo la influencia del espiritismo y ciencias ocultas de esa época que he intentado reflejar en las ilustraciones),  y sobre todo aprendiendo. Aquí os las dejo. La técnica es manual, tinta china y tinta china aguada (lavis), y el color añadido digitalmente.

«Una isla, si es bastante grande, no es mejor que tierra firme. Ha de ser realmente muy pequeña para que dé la sensación de isla (…). La isla adquirida por nuestro potencial isleño no se encontraba en los remotos océanos (…) pero tenía una buena y sólida casa, bastante sombría, que se alzaba por encima del embarcadero, y más allá, una pequeña granja con cobertizos y unos pocos campos distantes. Abajo, en la pequeña ensenada donde estaba el embarcadero, había tres casitas en hilera, como viviendas de guardacostas, todas pulidas y enjabelgadas. ¿Puede haber algo más acogedor y hogareño?» (La primera isla)

«Llegó el tiempo de la recolección, y la cosecha fue magnífica. Tenían que celebrar el fin de la cosecha con una cena. Ahora el largo granero estaba restaurado por completo, y lo habían ampliado. el carpintero había construido unas mesas alargadas. Colgaron faroles de las vigas del alto techo. Todos los habitantes de la isla se reunieron». (La primera isla)

«A la mañana siguiente, un mozo de labranza se presentó para informar de que una vaca se había despeñado por el acantilado. (…) Fueron precisos varios hombres para alzarla (…)». (La primera isla)

«En las noches oscuras el patrón podía ver las luces en la que había sido su isla, donde la compañía hotelera agasajaba a invitados(…). -Esta mañana he encontrado la saxífraga dorada (…). Ella le miró con fascinación en sus ojos castaños, en los que había un dolor sordo que a él le asustaba un poco. -¿La ha encontrado, señor? ¿es una flor bonita? (…) Fue una especie de compasión hacia ella lo que le hizo convertirse en su amante». (La segunda isla)

«¡Los elementos! ¡Los elementos! No puedes vencer a los elementos. (…) Mientras miraba, el cielo se oscureció y se enfrió de una manera misteriosa. desde lejos llegó el murmullo del trueno insatisfecho, y supo que era la señal de la nieve que caía sobre el mar. Se dio la vuelta y notó su hálito en él». (La tercera isla)

 

receta de tortitas con fresa y chocolate

Os dejo aquí mi receta de tortitas casi sin colesterol. Y con «siropes» caseros, que además de más saludables que los industriales están riquísimos. Las tortitas son muy fáciles de hacer, aunque se tarda un poco… Lo malo es que hay que ir una a una, y además es mejor que queden pequeñas porque es mucho más fácil darles la vuelta. Así que parece que la masa no se acaba nunca…Por eso en casa siempre que las hacemos es para merienda-cena, porque para desayunar la espera se convertiría en tortura… Eso sí, el truco imprescindible aparte de la paciencia es que tengáis una sartén que no se pegue, nada de nada. 

INGREDIENTES Y RECETA para 8 personas

TORTITAS: 

1/2 taza de aceite de oliva virgen extra

2 tazas de harina

2 tazas de leche semi

1 taza de azúcar moreno

4 huevos

2 pellizcos de sal

1 sobre de azúcar vainillado

Mezclad todos los ingredientes en un bol y batid muy bien hasta que quede una pasta fluida y sin grumos. Calentad una sartén de mucha confianza (de las que de verdad no se pegan nada de nada) a fuego alto y untad un poquito de aceite de oliva con la ayuda de un papel de cocina. Id echando la masa poco a poco con la ayuda de un cazo. Yo, para cada tortita echo 1/2 cazo o un poquito más. OJO, no echéis demasiada masa de una vez porque entonces será difícil darle la vuelta a la tortita. Cuando veáis que se puede despegar fácilmente, le dáis la vuelta con la ayuda de una espátula. Y enseguida estará hecha por el otro lado.

Normalmente las cuatro o cinco primeras tortitas nunca llegarán al plato, porque tendréis a los peques y demás adultos revoloteando alrededor y comiéndoselas (aunque quemen…)

«SIROPE» DE FRESA

1/2 Kg de fresas lavadas

5 cucharadas soperas de azúcar moreno

Mezclad y batid con la batidora hasta que quede bastante líquido.

«SIROPE» DE CHOCOLATE

100g de chocolate fondant

1 chorrito de leche semi

Trocead el chocolate y ponedlo en un bol. Añadid un chorrito de leche (poca) y calentad al máximo en el microondas 30 segundos. Removed hasta que todo el chocolate derretido se mezcle bien con la leche. Si no se ha derretido bien, volved a calentar un poco. La leche es para que cuando el chocolate fondat se enfríe no se vuelva a quedar duro como una piedra, sino que sea como una pasta.

Nosotros las comemos mezclando fresa y chocolate, pero también están riquísimas con una de las dos cosas por separado, con miel, e incluso solas.

¡¡¡¡Que aproveche!!!!