cómo ser neo-rural (mujer y madre) y no morir en el intento (parte II)

Últimamente se habla de gentrificación en las ciudades. Del fenómeno de Airbnb y de pisos turísticos, que tiene como efecto colateral la dificultad de encontrar pisos en alquiler para vivir: o no hay, o tienen un precio desorbitado, o están en unas condiciones lamentables. Pues bien, esto es algo que viene ocurriendo en el medio rural desde hace bastantes más años. No es exactamente lo mismo, porque ni responde a un plan de especulación urbanística ni detrás ha habido una gran plataforma, pero el resultado en lo que afecta a la población local, y en particular a los jóvenes, es parecido.

Me explico a través de mi experiencia en dos zonas bastante despobladas y remotas de Castilla y León. En la primera, en la que vivía en un pueblo de 300 habitantes, la capital comarcal tenía 15.000 habitantes; en la que vivo ahora, en una aldea en la que somos 6 vecinos, el núcleo más grande tiene poco más de 2.000. Y en ambos casos, para llegar a la capital de provincia, más de una hora en coche particular-obligatorio. Obviamente, esto no será igual en otras zonas con otras características socio-económicas más favorables, pero es la realidad en una gran extensión de territorio descosido (como lo define el catedrático Valentín Cabero), tanto por el bajo número de habitantes (8 hab/km2) como por el envejecimiento: periferia montañosa de Castilla y León, y la Serranía Celtibérica en general (lo que hoy se llama la Laponia española, donde yo vivo.)

Me fui a vivir por primera vez a un pueblo pequeño en pleno boom inmobiliario (año 2003). Y pasaban dos cosas. La primera es que unas pocas casas, generalmente en un estado lamentable y a un precio desorbitado, estaban en venta. Muy pocas en realidad, porque «sin prisa por vender» muchas estaban en espera de “a ver si esto sube». La segunda es que otras estaban arregladas para turismo rural. Esto, que en un principio fue una súper-idea (y no lo digo irónicamente) como recurso económico, especialmente para las mujeres rurales, resulta que también tiene su reverso tenebroso. Y es que si lo normal hasta el momento es que los jóvenes del pueblo emigrasen a la ciudad, de repente, ante una situación de demanda de nuevos pobladores de vivienda en alquiler, resulta que no era fácil encontrar algo digno.

Que conste que yo y mis compañeros de casa no pedíamos lujos. Cuando hablo de viviendas dignas me refiero a que las paredes no tengan moho o que la estructura no sea un peligro (como algunas que nos ofrecieron), que tengan algún sistema para calentarte (chimenea que tire, estufa o enchufes no se te quemen al poner un radiador eléctrico, porque lo de calefacción ya sabíamos que era una utopía) y que a la ducha llegue agua caliente suficiente como para no tener que lavarte casi por parroquias (como en una en la que viví). Muchos hemos ido a casas de pueblo de fin de semana, a refugios de montaña, y pasas frío, y no te lavas demasiado, y no pasa nada. Pero una cosa es para un par de días o una semana en vacaciones, y otra muy distinta para vivir y trabajar. Que está muy bien saber que puedes vivir con mucho menos, pero os prometo que he pasado menos frío haciendo vivac en los Ancares.

En total, pasé por cinco mudanzas en dos años. Dos años hasta encontrar algo digno (que no te salieran sabañones) y mínimamente estable (nos alquilaron una casa rural en la que todo funcionaba, pero sólo durante los meses de temporada baja). A pesar de todos los vaivenes laborales y emocionales de mis años allí, de estar meses sin cobrar, de la falta de servicios, etc., para mí el tema de la vivienda fue lo más duro. Y eso que iba sin “equipaje” familiar.

Tras una temporada de vuelta a la ciudad y con dos hijos pequeños, mi pareja y yo nos decidimos hace cinco años a dejar nuestros trabajos y a venirnos, esta vez al pueblo de origen de su familia. Con una idea de proyecto y otra de casa. A nosotros nos compensa de largo, es la forma de vida que queremos llevar y estamos muy felices de haber tomado esta decisión. Pero es verdad que si no hubiéramos tenido la casa de apoyo familiar mientras nos auto-construíamos la nuestra, si hubiéramos tenido que pasar otra vez por buscar casa precaria de alquiler abusivo, esta vez con niños, seguramente ahora no estaríamos aquí.

Es cierto que actualmente el programa Abraza la tierra, de apoyo a nuevos pobladores emprendedores, tiene centralizada mucha información sobre viviendas en alquiler (y en buen estado) en las comarcas donde trabajan. Eso es un gran avance. Siempre he defendido que vivir de alquiler no es tirar el dinero (yo he vivido de alquiler 10 años). Que es comprar tu libertad. Que si no te gusta un sitio o un trabajo, en más fácil dejarlo si no tienes “obligaciones”. Y que sobre todo si vas a dar el paso de cambiar de modo de vida urbana a rural y a una zona que conoces poco, es mejor probar alquilando. Porque, repito, no es lo mismo pasar fines de semana o veranos enteros que todos los días de todos los años. Yo, que llevaba 27 veranos de pueblo y de montañismo, he flipado muchas veces, para bien y para mal.
Cuando se habla de las causas del despoblamiento rural, se suele citar la falta de trabajo, de servicios… Todo esto es muy importante, sobre todo porque pagamos los mismos impuestos, aunque te compensen mil veces otras cosas de vivir aquí. Sin embargo, también son responsables los propietarios que especulan a pequeña o gran escala, aunque sea sin intención. Sigue habiendo muy poca oferta de alquiler en condiciones. Tampoco hoy es fácil comprar en un pueblo (otra cosa son las mega-urbanizaciones), al menos en nuestra zona. Es un mercado que sigue sin movilizarse: casas en mal estado, ruinas y solares que están como en un limbo. Y esta falta de prisa por vender puede ser la puntilla para un pueblo que se está muriendo. Los ayuntamientos tienen herramientas para activarlo, aplicando normativa existente (IBI y gravámenes diferenciados a solares o ruinas no utilizados, incluso expropiaciones para construcción de vivienda protegida para jóvenes…). Por su parte, diputaciones y comunidades autónomas también pueden aumentar los incentivos para arreglar viviendas para alquiler de larga duración . Porque sin vivienda, no hay gente que venga. Y sin gente esto se muere. O se convierte en un parque temático de fin de semana y turismo, con todos los problemas socio-económicos que esto implica.

El próximo día os cuento sobre la segunda “sorpresa” que te puede deparar el mundo rural cuando aterrizas, y de la que precisamente hablan en el documental Tierra de nadie. Pero también sobre la gente generosa que te vas encontrando por el camino.

 

cómo ser (mujer y madre) neo-rural y no morir en el intento (parte I)

-Hola, me llamo Sara y soy neo-rural.

Hace tiempo que quería escribir sobre esto. Y es que me gustaría compartir un poquito de mi realidad rural. Últimamente estoy conociendo a varias personas que se quieren ir a vivir al campo (lo que antes era el pueblo). Que conste que yo los animo mucho, muchísimo. No en vano ha sido mi elección, tras pasar los primeros 27 años de mi vida en Madrid, y tener un par de recaídas en ciudades. A mí la vida en el campo “me da la vida”. Es más, lo veo como uno de los actos de resistencia más valientes y efectivos, incluso de resiliencia.

Pero también creo que hay algo que está demasiado idealizado, incluso para hablar de los aspectos negativos de los pueblos se recurre al romanticismo. Quizá tenga que ver con que todas las noticias o documentales sobre medio rural, despoblamiento, etc., se realizan con perspectiva de ciudad. Redes sociales llenas de fotos bucólicas que sólo muestran el lado bonito de la slowlife campestre (yo misma contribuyo a ello). Incluso lo de llamar a la casa “de campo” en vez de “del pueblo” hace que muchas veces se pierda esa perspectiva: que te vas a ir a vivir a un pueblo, y en un pueblo hay gente con la que vas a tener que convivir (aunque sea poca). Gente con unos códigos distintos a los que hasta ahora habías manejado. Porque no es lo mismo estar de vacaciones que vivir. Y qué queréis que os diga, el neo-rural es, a fin de cuentas, también un emigrante. Que podéis pensar que exagero, pero por experiencia os digo que son necesarios procesos de adaptación e integración mutua. Y de respeto, de mucho respeto, también mutuo.

En mi defensa diré que el sacar a la luz la mejor cara de mi vida rural es por mi empeño de sacudir prejuicios. De mostrar que se puede vivir más que bien fuera de la ciudad. Incluso mejor. Y que eso no está reñido con la ética ni la estética. Que puedes vivir en una aldea y sentirte cosmopolita. Que desde aquí también se puede mover el mundo y tirar del carro (aunque cueste más). Y que por supuesto vivir aquí no significa renunciar a lo bueno que tiene la ciudad, que es mucho.

Pero la realidad es que a veces las cosas no son fáciles. Y hay que llegar aquí con las ganas muy bien puestas porque el camino es duro. Como dice una amiga de las del alma, que ha trabajado varios años asesorando a nuevos pobladores (y que ahora lleva una taberna que es una maravilla), “aquí se viene llorado de casa, que hay mucho que hacer”.

Como os decía, a los 27 me fui de casa (antes de la media para mi generación) y de Madrid. Y mi primera emancipación fue a un pueblo de 300 habitantes en la sierra de Béjar- Sierra de Francia (Salamanca). A contracorriente: los jóvenes del pueblo se marchaban, yo llegaba allí de casualidad, por trabajo, y tuve la enorme suerte de conocer a un grupo de gente estupenda en mi misma situación: veinte personas a medio hacer, con la carrera recién terminada y unas ganas enormes de cambiar el mundo, a los que nos contrataron para un proyecto de dinamización rural. Y unos jefes que nos dieron un buen meneo para espabilar. Para mí ha sido una de las cosas que más me han marcado en la vida. La formación fue un master en toda regla en procesos participativos, desarrollo rural, facilitación de grupos, y miles de cosas más. De ese grupo surgieron muchos proyectos (y varias parejas). Y ahí me topé con el primer bofetón a mi vida rural hasta entonces idealizada: VIVE DE ALQUILER, SI TE ATREVES. Os lo cuento el próximo día.

mujeres a conciencia

Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, proclamado por la ONU en 2015. Como recoge esta institución, aún hoy las niñas y mujeres siguen enfrentándose a barreras que les impiden desarrollar plenamente sus carreras científicas. De acuerdo con un estudio de la ONU, la probabilidad de que las chicas-mujeres terminen una licenciatura, maestría o doctorado científico-técnico es respectivamente del 18%, 8% y 2%, frente al 37%, 18% y 6% para los chicos-hombres.

Desde aQ ento nos hemos sumado a esta iniciativa, porque en esta casa, además de la música y la ilustración, también somos de ciencias. Como habréis podido ver si me seguís en Facebook, durante toda la semana he ido compartiendo ilustraciones de grandes mujeres que se enfrentaron a todo y lo dieron todo por la ciencia. En ocasiones hasta su vida. Y también enlaces a documentales chulos sobre sus biografías y sus luchas. Aquí os dejo la recopilación de una dura semana de trabajo y de robarle horas al sueño, pero que creo que ha merecido la pena.  Yo al menos he aprendido mucho.

Día 1: Rosalind Franklin

(1920-1958)

Entre otras muchas cosas, Franklin obutvo, durante su estancia en el King´s college de Londres, una fotografía del ADN, hecha con rayos X y cien horas de exposición, lo que le permitió, gracias a sus conocimientos de cristalografía, prever la estructura heliciodal del ADN.

Sin embargo, esta foto, conocida como fotografía 51, fue filtrada sin su permiso por su ayudante Wilkins a su «rival» Watson. Watson y Crick enseguida publicaron, gracias a estos datos, cómo era el modelo estructural de doble hélice del ADN. Y en 1962, el premio Nobel de medicina fue concedido a Watson, Crick y Wilkins, dejando en el olvido a Franklin. Para más inri, Watson, en su libro La doble hélice que escribió después de la muerte de Rosalind Franklin, incluyó una serie de mentiras e insultos contra ella, en las que atacaba incluso su forma de vestir, cómo movía su bolso o se pintaba o dejaba de pintar los labios (muy relevante todo para la ciencia). Por cierto, que en el King´s College, Franklin nunca pudo compartir comida o café con sus colegas ya que la entrada al comedor estaba vetada a las mujeres.

Franklin murió de cáncer de ovario a los 38 años, probablemente fomentado por sobre-exposición a los rayos X.

En este enlace os dejo un estupendo documental https://www.youtube.com/watch?v=8rAfOsS2uDQ

Día 2: Hipatia de Alejandría 

(355/370?-415/416?)

 

Hipatia es la primera mujer matemática de la que se tiene conocimiento. Además, era filósofa y astrónoma. Entre otras muchas cosas, mejoró el diseño del astrolabio, inventó un densímetro, desarrolló ecuaciones indeterminadas (con soluciones múltiples), trabajó sobre las secciones cónicas y escribió tratados divulgativos sobre sobre las secciones de Apolonio (que se utilizaban para determinar las órbitas de los planetas), …

Hipatia fue una mártir de la ciencia. Fiel al paganismo y al conocimiento, fue tachada de bruja peligrosa por el obispo de Alejandría, Cirilo, quien de esta forma alentó su muerte a manos de un grupo de cristianos fanáticos. Fue golpeada, arrastrada por toda Alejandría hasta la que ya era la catedral, desnudada y lapidada con piedras y tejas hasta su muerte. Posteriormente sus restos fueron paseados por toda la ciudad y finalmente incinerados. Se considera que su muerte es el símbolo del fin del pensamiento clásico frente al avance del cristianismo.

Supongo que la mayoría habréis visto al peli Ágora, de Amenábar. También os recomiendo este documental (son cinco partes)http://www.watchdocumentary.tv/ancient-world-hypatia-of-al…/

Día 3: Marie Sklowdowska- Curie

(1867-1934)

(Sí, a veces firmaba con su apellido compuesto y otras como Marie Curie o como Madame Pierre Curie…)

Primero junto a su marido y tras la muerte de éste en solitario, desarrolló la teoría de la radioactividad, técnicas para aislar isótopos radioactivos y descubrió dos nuevos elementos: el Polonio y el Radio. Fue la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París, y la primera mujer en dirigir allí un laboratorio.  Dirigió los primeros estudios para tratar los tumores con radioactividad junto a Claudius Regaud, tarea que se vio interrumpida a causa de la Primera Guerra Mundial.

Durante el conflicto bélico, Regaud, desobedeciendo órdenes, instauró el realizar intervenciones quirúrgicas en el frente (hasta el momento los enfermos se trasladaban sin curar, lo que provocaba numerosas muertes por infecciones). Por su parte, Marie Curie, también al principio desobedeciendo órdenes, utilizó la radiografía móvil en intervenciones quirúrgicas en el frente. Posteriormente creó varias unidades de radiografía móvil y formó a mujeres en radiología para manejarlas. Juntos salvaron miles de vidas.

En 1903 la comisión encargada de otrogar los premios Nobel intentó negarse a premiarla por ser mujer. Sin embargo, gracias a la presión de Pierre Curie, finalmente el Nobel de Física recayó sobre el matrimonio, junto a Henri Becquerel. Así, se convirtió en la primera mujer en recibir un Nobel. A pesar de que ya pertenecía a la Academia de Ciencias de Suecia, la Real Sdad. Científica Checa, la Sociedad Científica de Varsovia, la Sdad. Filosófica EEUU y la Academia Imperial de S. Petesburgo, durante el proceso en el que se decidía su admisión a la Academia de las Ciencias de Francia fue difamada por la prensa derechista (Le Figaro) por ser mujer, extrenjera y atea. Finalmente en enero de 1911 su ingreso fue rechazado por 85 votos en contra frente a 60 a favor. En ese mismo año recibe su segundo Nobel en solitario (esta vez de Química) y la prensa francesa apenas cubrió la noticia.

Marie Curie murió por leucemia a causa de una sobre-exposición al radio y a los rayos X. Un año después, su hija, Irène Curie, recibiría el Nobel de Química junto a su marido por sus trabajos en radioactividad artificial.

Os dejo este enlace a un documental que merece la pena ver https://www.youtube.com/watch?v=RX1h74xuo0s

Día 4: Dian Fossey

(1932-1985)

Seguimos con esta gran zoóloga que se dejó la vida por el estudio y la conservación de los gorilas de montaña.

Al igual que Jane Goodall con los chimpancés, Fossey no tenía formación académica en este ámbito, pero también gracias a la protección del arqueólogo Leakey, consiguió dedicarse a lo que más le apasionaba. A Goodall le encargó el estudio de los chimpancés y a Fossey el de los gorilas. Consigió para ella el apoyo del National Geographic y de la Fundación Wilkie para estudiar a estos grandes simios en su hábitat natural, primero en Zaire, y después en las montañas Virunga (entre Ruanda y la República emocrática del Congo). Fossey se doctoró a los 42 años en zoología por la Universidad de Cambridge (al igual que Goodall sin pasar por la licenciatura).

Durante sus 22 años de estudio combatió el furtivismo que estaba llevando a los gorilas de montaña a la extinción. En 1983 publicó su libro Gorilas en la niebla, y dos años después fue asesinada en su cabaña a machetazos, probablemente por el jefe de los cazadores furtivos con el apoyo de las autoridades ruandesas, aunque éstas acusaron del asesinato a un joven estudiante que estaba a su cargo, que tuvo que huir a EEUU.

Según su testamento, todo su dinero, incluídos los royalties de su libro (y por tanto de la película póstuma que lleva el mismo título) debían pasar a la Fundación Digit contra la caza furtiva (Digit era el nombre del gorila con el que la grabaron, que fue asesinado y descuartizado como venganza hacia ella). Pero su madre finalmente impugnó el testamento.

Aparte de grabaciones cortas, he encontrado este documental que se realizó cuando ella ya había muerto https://www.youtube.com/watch?v=xj02s-zIuss Sin embargo, está más centrado en la vida del fotógrafo que la acompañó, Bob Campbell, que en ella. Mi opinión es que él demuestra algo de envidia por la fama que ella alcanzó gracias a sus fotos. Tampoco me parece muy elegante, puesto que ella ya estaba muerta, que él hable de cómo ella fue la que le propuso una relación (fueron amantes) ni que salga la mujer de Campbell, que ni siquiera la conocía personalmente, acusándola de manipular a los hombres. Sin embargo sí son interesantes algunas entrevistas que salen, por ejemplo a la propia Goodall.

Día 5: Katherine Johnson

(1918-…)

A pesar de las leyes de segregación racial, que dificultaron sus estudios de pequeña, consiguió llegar a ser física, científica espacial y matemática. Su trabajo, entre otras cosas, llevó al hombre a la luna.

En los años 50,  se enteró de que la NASA estaba ofreciendo empleos para el Departamento de Guía yofreciendo empleos para el Departamento de Guía y Navegación y consiguió un puesto de calculadora. Trabajó  en los programas espaciales, donde se ocupó de calcular la trayectoria del primer vuelo espacial de un estadounidense (Alan Shepard) y  la ventana de lanzamiento del Proyecto Mercury. En la misión Apolo 11 calculó la trayectoria de vuelo hacia la Luna, y también el momento preciso en el que la sonda debía abandonar la superficie lunar para coincidir y engancharse al módulo de servicio.También trabajó en la misión del Apolo 13: cuando la explosión en la nave inhabilitó  el ordenador de a bordo, diseñó los procedimientos de emergencia y cartas de navegación para que la tripulación pudiera regresar a salvo.

Debido a su capacidad y reputación por la exactitud de sus cálculos, cuando la NASA comenzó a utilizar computadoras electrónicas (1962), se ocupó de validar los resultados de esta nueva tecnología.

Aquí os dejo una entrevista-documental bastante interesante https://www.youtube.com/watch?v=r8gJqKyIGhEy la recomendación de la peli «Figuras ocultas»